Ensayar respuestas para la pregunta fundamental del por qué el Sistema Financiero Nacional para la Vivienda (SFNV) no ha sido capaz de tener un impacto importante en la erradicación de precarios, es el tema fundamental para encontrar caminos viables para atacar esta aberración en el sistema de propiedad privada, necesaria de corregir en una economía en camino ascendente hacia una adecuada inserción en un mundo globalizado. Se plantean aquí dos causas estructurales de esta distorsión del SFNV:
1- El SFNV ha sufrido con el tiempo una transmutación de sus objetivos y, de haber nacido a la luz de una necesidad histórica de transformar y mejorar el régimen de propiedad y habitación de la población menos favorecida en términos de ingreso, se ha trasformado en un sistema financiero que opera rigurosamente con las reglas del mercado formal. Por el contrario, su población meta cada día se adentra vertiginosamente dentro del mercado informal, por lo que es simplemente excluida de sus beneficios. Ello introduce una grave distorsión en las políticas gubernamentales de frenar y reducir la pobreza, ya que entraba el desembolso real de recursos para programas fundamentales de combate de la pobreza y movilización social. Los requisitos crecientes para calificar para un bono de vivienda provocan una involución que en la práctica cierra la posibilidad de tener una acción estatal efectiva en la erradicación de precarios, por solo mencionar el tema fundamental de este análisis. En la práctica, este fenómeno se ve disfrazado debido a que no es que el SFNV no facilite la construcción de casas de interés social, sino que trabaja con una porción de su población meta que si reúne los requisitos formales del sistema. Sin embargo, cuando se trata de atacar la pobreza extrema y sus ramificaciones, un análisis somero señala que gran cantidad de los postulantes al bono, sobre todo en erradicación de precarios y bono para Reparaciones Ampliaciones Mejoras o Terminación de viviendas ya construidas (RAMT) son expulsados del sistema por falta de requisitos. Estas estadísticas el Sistema no las construye, por lo que solo en casos puntuales de proyectos concretos son mostradas como una realidad muy preocupante.
2.- Una oferta real de ejecución de soluciones constructivas muy pequeña e inadecuadamente orientada hacia la iniciativa privada, descuidando el papel de contrapeso que debe tener el Estado, en el impulso de soluciones populares de vivienda. La oferta privada cumple fines muy reducidos para las expectativas globales de las necesidades de soluciones técnicas y sociales de los problemas reales en la materia. Lo que en el pasado – hace 20 años – fue una “panacea” por su facilidad constructiva (sistemas prefabricados livianos de una planta) se convirtió en una trampa mortal para la planificación urbana, ya que estos sistemas han estado agotando la disponibilidad de tierras urbanas y la capacidad de crecimiento planificado de las ciudades. Esta situación se vuelve explosiva al punto de multiplicar las necesidades de otros servicios urbanos y tener al borde del colapso la capacidad de respuesta del sistema de gobiernos locales Este fenómeno ha llevado a los municipios a un extremo que raya en la ilegalidad, al rechazar de plano la formación de nuevos asentamientos de interés social en su cantón, aduciendo cualquier tipo de pretextos, sobre todo si los beneficiarios son inmigrantes de otros cantones. Además de lo anterior, se ha dejado casi exclusivamente a la ”mano invisible” del mercado, la planificación y ejecución de las soluciones del SFNV, que sobre la base de sus “entes autorizados” movidos por sus propios intereses de orden privado en su gran mayoría, han replanteado el sistema de viviendas de interés social a la luz de sus intereses particulares por un lado, y los intereses de crecimiento de la iniciativa privada (desarrolladores), tirada a un ruedo con pocos o nulos criterios de rentabilidad social como correquisitos de ejecución.
1- El SFNV ha sufrido con el tiempo una transmutación de sus objetivos y, de haber nacido a la luz de una necesidad histórica de transformar y mejorar el régimen de propiedad y habitación de la población menos favorecida en términos de ingreso, se ha trasformado en un sistema financiero que opera rigurosamente con las reglas del mercado formal. Por el contrario, su población meta cada día se adentra vertiginosamente dentro del mercado informal, por lo que es simplemente excluida de sus beneficios. Ello introduce una grave distorsión en las políticas gubernamentales de frenar y reducir la pobreza, ya que entraba el desembolso real de recursos para programas fundamentales de combate de la pobreza y movilización social. Los requisitos crecientes para calificar para un bono de vivienda provocan una involución que en la práctica cierra la posibilidad de tener una acción estatal efectiva en la erradicación de precarios, por solo mencionar el tema fundamental de este análisis. En la práctica, este fenómeno se ve disfrazado debido a que no es que el SFNV no facilite la construcción de casas de interés social, sino que trabaja con una porción de su población meta que si reúne los requisitos formales del sistema. Sin embargo, cuando se trata de atacar la pobreza extrema y sus ramificaciones, un análisis somero señala que gran cantidad de los postulantes al bono, sobre todo en erradicación de precarios y bono para Reparaciones Ampliaciones Mejoras o Terminación de viviendas ya construidas (RAMT) son expulsados del sistema por falta de requisitos. Estas estadísticas el Sistema no las construye, por lo que solo en casos puntuales de proyectos concretos son mostradas como una realidad muy preocupante.
2.- Una oferta real de ejecución de soluciones constructivas muy pequeña e inadecuadamente orientada hacia la iniciativa privada, descuidando el papel de contrapeso que debe tener el Estado, en el impulso de soluciones populares de vivienda. La oferta privada cumple fines muy reducidos para las expectativas globales de las necesidades de soluciones técnicas y sociales de los problemas reales en la materia. Lo que en el pasado – hace 20 años – fue una “panacea” por su facilidad constructiva (sistemas prefabricados livianos de una planta) se convirtió en una trampa mortal para la planificación urbana, ya que estos sistemas han estado agotando la disponibilidad de tierras urbanas y la capacidad de crecimiento planificado de las ciudades. Esta situación se vuelve explosiva al punto de multiplicar las necesidades de otros servicios urbanos y tener al borde del colapso la capacidad de respuesta del sistema de gobiernos locales Este fenómeno ha llevado a los municipios a un extremo que raya en la ilegalidad, al rechazar de plano la formación de nuevos asentamientos de interés social en su cantón, aduciendo cualquier tipo de pretextos, sobre todo si los beneficiarios son inmigrantes de otros cantones. Además de lo anterior, se ha dejado casi exclusivamente a la ”mano invisible” del mercado, la planificación y ejecución de las soluciones del SFNV, que sobre la base de sus “entes autorizados” movidos por sus propios intereses de orden privado en su gran mayoría, han replanteado el sistema de viviendas de interés social a la luz de sus intereses particulares por un lado, y los intereses de crecimiento de la iniciativa privada (desarrolladores), tirada a un ruedo con pocos o nulos criterios de rentabilidad social como correquisitos de ejecución.